Círculo Frutero

Se trata del Círculo Frutero Borrianense, que albergó la más importante sociedad de comerciantes de la ciudad, hasta muy avanzada la posguerra. Su fachada, se atribuye a la Sociedad Española de Construcciones, con sede en Valencia, integrada por los arquitectos Demetrio Ribes, Francisco Javier Goerlich, Francisco Mora y el ingeniero Joaquín Coloma, y es un magnífico ejemplo de arquitectura hablando, porque, sus decoraciones a base de naranjas y dioses del comercio y la agricultura evocan el propio sentido del edificio.
En la frontera del que fue lo Círculo Frutero destaca la entrada de tres accesos, muy utilizada a principios de siglo; en el conjunto, se introduce todo el vocabulario ornamental destinado al enaltecimiento de la naranja y de su comercialización. destaca la soberbia construcción del mirador.
El Círculo Frutero Borrianense es uno de los edificios más históricos y emblemáticos de la ciudad de Borriana. Su construcción concluiría en 1916
para convertirse en sede de la sociedad del mismo nombre, formada por personas vinculadas al mundo de la explotación y comercialización de las naranjas.
El Círculo Frutal Borrianenc es una construcción que de ninguna forma puede separarse del resto de la arquitectura modernista valenciana. Su
diseño coincide plenamente con el periodo de desarrollo de esta arquitectura en el contexto valenciano, entre los años de 1900 y 1918. A partir de 1918 perduraría largamente en la arquitectura popular, fundamentalmente de carácter doméstico, hecho que se puede apreciar también en múltiples casas unifamiliares de la misma Borriana.
El caso del Círculo Frutero de Borriana hay que entenderlo desde la ciudad de Valencia, que sin duda tuvo que influir en el diseño del edificio. No
tenemos que olvidar que el mobiliario y la fontanería procedían también de Valencia y que el Círculo mantenía continuos contactos económicos con la ciudad,
donde tenía una sucursal. El Círculo formaría parte de toda una serie de edificios que pertenecen a esta vertiente del modernismo valenciano, inspirada en 2 los modelos de la Secesión Vienesa. Entre ellos podemos destacar la Estación del Norte de Demetrio Ribes, o la Casa de las Naranjas de Vicente Ferrer Pérez.
Sin embargo, las fuentes primigenias del Círculo hay que buscarlas en el ámbito centroeuropeo, donde predomina una concepción del espacio más severa, basada en la línea recta, la composición planimétrica y la utilización de ornamentos de carácter más geometrizante. Estaríamos ante un modernismo que retoma algunos postulados del clasicismo.
El Círculo Frutero Borrianense es un claro ejemplo de la aclimatación en la ciudad de las tendencias modernistas procedentes del ámbito
centroeuropeo. Su fachada principal presenta un marcado gusto por las líneas rectas, la utilización de ornamentos geométricos y la inclinación por los motivos decorativos de procedencia clasicista.