Casa Bernabe Peris

Casa del comerciante y terrateniente Bernabé Peris, vinculada a un estilo eclecticista denominado cosmopolita, en el que se utilizaron los mejores elementos de la tradición arquitectónica de todos los tiempos. Esta construcción imita las edificaciones francesas de finales del siglo XIX, y sin duda inspira un aire capitalino.
Ejemplo característico de la vivienda del alta burguesía de la Restauración, que une a la monumentalidad de las proporciones la gravedad del repertorio estilístico clasicista.
Tiene una balconada principal en la frontera, donde la severidad clásica del frontón, la solidez de los pedestales y las pilastras dóricas sugieren la importancia prevalente de la planta noble, así como el poder económico y el prestigio social de quienes residen.
En la frontera principal de la mencionada casa, el diseño, totalmente desvinculado de los sistemas tradicionales, pretende expresar el carácter europeo y los gustos modernizadores de los propietarios, los cuales se concretan en las las buhardillas de influencia francesa, muy extrañas a la climatología de Borriana.
La embuchada riqueza ornamental del picaporta es bastante elocuente respecto a los gustos que afectaron la arquitectura finisecular, incluso en los detalles. Se observa, pues, un exceso de decoración, que casi inutiliza la propia función del objeto, que una palmeta corona, todavía, al cabezal.

Edificio entre medianeras, haciendo esquina, de Planta Baja + 2 y buhardillas. Composición regular de fachadas, con balcones de barandillas de hierro, exuberancia ornamental a base de pilastras, cornisas, dinteles y de otros elementos provenientes del repertorio clasicista afrancesado. La Planta Baja tiene aperturas en arco escarzano con puertas de madera tallada y rejería de hierro en disposición radial; los paramentos presentan pilastras dóricas que enlazan por la parte superior con ménsulas de los balcones del piso principal. Las aperturas de este, tienen frontones triangulares y las del segundo piso, vierteaguas muy decorados. Una cornisa muy exuberante separa el último piso de las buhardillas, con mansardas de frontones neogriegos, provistos de adornos en relieve.